El
tiempo presente del sistema educativo nos desafía a un trabajo institucional
con la finalidad de afianzar y ampliar las transformaciones generadas por el
proyecto educativo nacional concertado
federalmente.
Consolidar
lo realizado implica profundizar lecturas e intervenciones políticas sobre una
agenda amplia de temas que un Estado fortalecido no puede eludir.
Así,
la formación permanente de los docentes argentinos, de todas las escuelas
públicas, de gestión estatal y de gestión privada, es un componente decisivo
para la consolidación de las mejoras necesarias que den lugar a una escuela más justa y de calidad.
Desde
esta perspectiva, el Programa Nacional de Formación Permanente (PNFP) aprobado
por Resolución 201/13 y refrendado
en acuerdo paritario, convoca al Ministerio de Educación de la
Nación, al Consejo Federal de
Educación y las centrales sindicales a corresponsabilizarse en una propuesta de formación colectiva
para la docencia argentina que
reconoce en esa condición, otras posibilidades de reflexionar, transformar,
potenciar la acción educativa, en
el sistema, las escuelas y las
aulas.
Así
el compromiso es lograr:
·
trascender la concepción de la
formación permanente como un hecho
individual sujeto a requerimientos o necesidades de una carrera profesional
pensada y asumida exclusivamente en solitario;
valorar la formación como nota
constitutiva del trabajo docente;
·
reconocer
a la institución educativa como un ámbito productor de conocimiento en una realidad que está en permanente transformación y que nos demanda una mirada compleja;
·
Combinar la formación situada y colectiva con las formaciones
individuales para reponer el lugar
central del territorio escolar en la reconstrucción de una práctica docente más
efectiva.
En definitiva, promover una
propuesta que posibilite recorridos diversos y complementarios, que sea dinámica, progresiva, creativa y
crítica; que permita trabajar en la legitimidad del papel del educador como
productor de conocimientos y reivindique a la centralidad de la enseñanza en la
tarea docente.
Un sistema educativo es la expresión organizada de un Estado que
genera y regula e invierte en las condiciones necesarias para que unos puedan
enseñar y otros puedan aprender. Dicho de otra forma, es el modo en que el derecho
social a la educación se materializa en cada territorio y más concretamente, en
cada escuela de nuestro país.
En
este proceso colectivo de
formación se asume que los docentes forman parte de un sistema educativo que ha logrado
rearticular las escuelas y lo que en ella acontece en torno de lo común: la
preeminencia del derecho a la educación de los niños, niñas, adolescentes,
jóvenes y adultos a lo largo de toda su trayectoria escolar.
Es
la escuela la que contiene ese
trabajo colectivo, lo direcciona y
significa. Y es la escuela el lugar donde las políticas públicas suscitan
diferentes formas de lectura, posiciones y prácticas frente a los problemas
educativos a los que intentan dar respuesta.
Así
entendida, la escuela es un territorio
de responsabilidades compartidas y por eso el Programa asume la formación
situada. En este escenario de
corresponsabilidad y conducción compartida cada trabajador de la educación
asume responsabilidades que le competen específicamente desde su propia función
y se complementan con los demás colegas y en los diferentes niveles de
conducción. El principio de la corresponsabilidad pretende sustituir a la
práctica de la delegación. Genera marcos referenciales para el desarrollo de la
profesión docente desde las relaciones de interdependencia para la garantía
integral de derecho al conocimiento de niños, niñas, adolescentes y jóvenes.
En
ella se juegan la posibilidad de aprender y de construir conocimiento a partir
de la puesta en tensión de los saberes pedagógicos que los sujetos y las
instituciones portan, las tradiciones escolares mantenidas a lo largo del
tiempo, lo instituido; y de interpelar las prácticas en escenarios
colaborativos y sostenidos, incorporando asimismo la voz de los alumnos, las
alumnas, sus familias y comunidades (lectura situacional).
La
apuesta central es generar a lo largo y a lo ancho del país un proceso universal
y gratuito de formación permanente que
permita el crecimiento del sistema, las instituciones y sus docentes. Es una
oportunidad para visibilizar los aciertos y los desafíos pendientes, para
buscar colectivamente nuevos caminos, para enfrentar núcleos problemáticos; de
ahí la importancia de la participación de todo los equipos institucionales de
todas las escuelas, de todas las jurisdicciones, de todos los niveles y
modalidades del país.
La
docencia es un trabajo profesional que requiere de una ética estatal; la
llamada “cosa pública” debe estar
presente en la discusión sobre la formación y la práctica docente por partida
doble: por el carácter público del sistema formador y por el carácter público
de las escuelas, con independencia del ámbito de gestión al que pertenezcan las
instituciones.
Los
procesos de enseñanza en la institución y en el aula se verán enriquecidos a
partir de la discusión y la reflexión colectiva tanto en
el armado de sus
condiciones político- institucionales como en las estrategias pedagógicas y
didácticas para llevarlos a cabo.
En
síntesis, el Programa Nacional de Formación Permanente (PNFP) se propone como un proceso por medio del cual asumimos la
tarea de reflexión sostenida sobre los sentidos característicos de la
organización escolar a la cual se pertenece. Estos sentidos configurados como
encuadres dinámicos, sin duda aportan a la identidad política-pedagógica de las
escuelas en relación con el nivel y la modalidad de los que son parte, y
dialécticamente enfatizan el fortalecimiento de una profesión docente en un
Sistema Educativo Nacional con anclaje en cada jurisdicción.
Esto
se enmarca en la articulación de
las políticas educativas vigentes para enlazar y tramar las instituciones con los gobiernos
educativos jurisdiccionales; la organización de la escuela con la enseñanza;
los alumnos y alumnas en sus trayectorias y contextos.
En
definitiva, lo diverso en lo común, lo individual en lo colectivo, las
instituciones en sus territorios, la política y los sujetos políticos.
¿Por qué desarrollar un Programa
Nacional de Formación Permanente de carácter universal?
El conjunto de las políticas sociales desarrolladas
desde el 2003 permitieron reinstalar la centralidad de la educación en todo el
territorio nacional y propiciaron un proceso de inclusión sostenido de los
sectores más desfavorecidos ampliando las condiciones de acceso a la escuela.
En
ese marco, el Ministerio de Educación de la Nación despliega políticas fortaleciendo y/o creando ámbitos que
permiten generar y sostener nuevas oportunidades para el desarrollo del sistema educativo y en particular, de
la formación docente.
En
este sentido, la creación del Instituto Nacional de Formación Docente significó
el inicio de un proceso de dinamización, desarrollo y jerarquización de la
formación docente en la Argentina; y brindó un marco al diseño e implementación
de las políticas públicas en materia de formación como resultado de un proceso
de construcción colectiva que incorporó la experiencia y visión de las
gestiones jurisdiccionales de educación superior, de equipos directivos y
docentes de instituciones de gestión estatal y privada, como también de
representantes de gremios docentes y de educadores.
En
la política de formación docente se integran también las acciones de formación
que se llevan adelante desde el INET centradas en la revalorización y
actualización de la educación técnico profesional; desde la Dirección Nacional
de Gestión Educativa acompañando el desarrollo de las trayectorias profesionales de la docencia en la educación
obligatoria común y en sus modalidades;
y desde la Dirección Nacional de Políticas Socioeducativas en su
propósito de contribuir al fortalecimiento y ampliación de las trayectorias
escolares y educativas de todos los niños y niñas que asisten a escuelas
situadas en contextos de alta vulnerabilidad social.
En
ese marco, las políticas educativas generaron las condiciones necesarias para
asumir y protagonizar los desafíos que hoy plantea el Programa para el estado
nacional, las jurisdicciones, las escuelas y sus docentes:
· - porque a partir de la intervención
del Estado se avanza sostenidamente
en la reconfiguración del sistema educativo en su organización y en su
capacidad institucional permitiendo sostener un horizonte común de objetivos y
acciones tendientes a garantizar el derecho a la educación;
· - porque este proceso de
reconfiguración fue producto de diálogos y acuerdos políticos en permanente
renovación entre el Ministerio de Educación Nacional y los gobiernos educativos
jurisdiccionales; con las organizaciones sindicales, con las organizaciones
sociales y la sociedad en su conjunto. Esta construcción política reinstaló la
condición plural, participativa y territorial del sistema educativo como una
punto de partida y de llegada para toda acción de gobierno;
· - porque la centralidad de la
educación se manifiesta en el crecimiento ininterrumpido de los recursos
presupuestarios disponibles para la generación y sostenimiento de las
condiciones materiales de la escolarización: mejora de la infraestructura y del
equipamiento pedagógico-didáctico, mayor asignación de presupuesto para la
mejora de la enseñanza y los aprendizajes, asignación de recursos para
políticas socioeducativas;
· - porque se apuesta a una sostenida
expansión del sistema educativo en todo el territorio nacional con la creación
de nuevos puestos de trabajo y nuevas instituciones educativas;
· - porque se otorgó un lugar
relevante al proceso de jerarquización de los docentes, en una construcción
conjunta con las organizaciones sindicales que los representan, poniendo en
valor la tarea de los educadores y las condiciones que se necesitan para su
desarrollo.
·
porque el Programa se hace cargo del
mandato del Plan Nacional de Educación Obligatoria y Formación Docente
2012–2016, (Res CFE 188/12) que
estructura metas y líneas de acción para profundizar una agenda amplia y compleja de desafíos. Así las trayectorias
escolares discontinuas, la sobreedad y repitencia como antesala del abandono; la baja tasa de egreso que se
registra en la secundaria; los
niveles de ausentismo tanto de alumnos/as como de los docentes; las
dificultades que se registran en la escuela para lograr un diálogo respetuoso y comprensivo entre
generaciones; la tendencia hacia la primarización del nivel inicial; las
dificultades para establecer asociaciones colaborativas con otros actores en el
territorio,, entre otras, son problemáticas generales que se manifiestan con
diferentes intensidades a lo largo y a lo ancho del país y que el Plan
Nacional de Educación Obligatoria y Formación Docente 2012 – 2016 interpreta de
manera proactiva, proponiendo estrategias y asignando responsabilidades y
recursos para su abordaje.
Contar
con un sistema reorganizado, con políticas consensuadas entre todos los actores
del sistema educativo, y con un
financiamiento progresivo que
permite en la actualidad que en cualquier escuela argentina sea posible
que los equipos institucionales se encuentren en una discusión pedagógica
amplia que les permita asumir un proceso de mejora en torno a una agenda
temática que no resigne la lectura superadora de las dificultades.
¿En qué marco regulatorio se inscribe
el Programa?
El
Programa es un recurso/herramienta relevante que liga políticas, derechos,
demandas históricas con un objetivo central: una escuela mejor para todos y todas. En tal sentido y con ese
mandato, se hace eco de lo establecido en la Ley Nacional de Educación N° 26.206 que en
su artículo 69 establece que el Ministerio de Educación, en acuerdo con el
Consejo Federal de Educación, definirá los criterios básicos de la carrera
docente en la que la formación continua será una de las dimensiones básicas
para el ascenso en la carrera profesional.
A los efectos de la elaboración de dichos criterios, la Ley indica que
se instrumentarán los mecanismos de consulta que permitan la participación de
los representantes de las organizaciones sindicales docentes y entidades
profesionales docentes, y de otros organismos competentes del Poder Ejecutivo
Nacional. De igual modo, en su artículo 74 la Ley garantiza “…el derecho a la formación continua a
todos/as los/as docentes del país, en todos los niveles y modalidades, así como
la gratuidad de la oferta estatal de capacitación”.
El
Programa refleja una concepción de la formación de los docentes —plasmada
por el Consejo Federal de Educación en la Resolución 30/07— como un proceso continuo, y no como una
colección de eventos de formación, lo que obliga a ampliar las oportunidades y
las modalidades del trabajo de formación, así como a articularlas en sistemas
institucionales de formación docente continua.
Como
condición para el desarrollo de este Programa, se ha resuelto un fuerte
incremento del presupuesto educativo para los próximos años que se destina a la
formación docente.
“La
formación docente es un proceso continuo y de larga duración que no se agota
durante la fase de la formación inicial. La profesión docente se encuentra
permanentemente demandada por los cambios y avances que se operan en las
diferentes esferas de la sociedad, la cultura, la política, las tecnologías, el
conocimiento científico. El desarrollo profesional de los docentes constituye
una estrategia fundamental tanto para renovar su oficio, como para responder a
las nuevas necesidades de la sociedad, atendiendo a la complejidad de la tarea
de enseñanza y de mediación cultural que realizan en sus diferentes dimensiones
política, sociocultural y pedagógica”.
Punto 11 del Anexo II de la Resolución CFE Nº 30/07
“Cuando
la formación continua se ancla en la práctica cotidiana de los docentes y en
los problemas de la enseñanza y del aprendizaje, promueve reestructuraciones,
reflexiones y conceptualizaciones que abren nuevas perspectivas, permiten el
planteo de estrategias didácticas preocupadas por mejorar el aprendizaje y la
comprensión de los alumnos. El desarrollo profesional de los docentes se
produce cuando éstos construyen conocimiento relativo a la práctica –propia o
de los demás-, trabajan en el contexto de comunidades docentes, teorizan sobre
su trabajo y lo conectan con aspectos sociales, culturales y políticos más
amplios. Al tiempo que asumen su responsabilidad en la construcción de un
proyecto educativo basado en la igualdad, el respeto a la diversidad, la
formación integral de las personas y la confianza en la capacidad de
aprendizaje de los alumnos”.
Punto 17 del Anexo II de la Resolución CFE Nº 30/07
¿Cuál es el marco conceptual del Programa y su sentido desde el
desarrollo de dos componentes complementarios?
El
ejercicio del derecho a la formación permanente de los docentes reconoce en la
protección del derecho a la educación de niños y niñas, jóvenes y adultos, su
sentido más relevante.
El
Programa enlaza la jerarquización de la formación docente y la calidad de los
aprendizajes, articulando procesos de formación con mecanismos de evaluación y
fortalecimiento de la unidad escuela como ámbito privilegiado de desempeño laboral y, a la vez, espacio
de participación, intercambio y pertenencia.
Pensar
en la integralidad del sistema formado implica concebir el desarrollo
profesional como proceso de formación inicial y permanente.
La
formación de los docentes se desarrolla y continúa a lo largo de toda su
trayectoria profesional en la que se reconocen momentos que requieren de
estrategias específicas que les posibiliten recuperar y poner en valor los
saberes producidos así como brindar saberes actualizados, en entornos
formativos que promuevan el compromiso y la responsabilidad social con la mejora,
la expansión y la calidad de la educación.
El reconocimiento de los docentes como sujetos
constructores de saber pedagógico y de las instituciones educativas como
ámbitos adecuados para hacerlo colectivamente es el posicionamiento vertebrador del programa;
Dado
que el Programa abordará integralmente la formación colectiva e individual de
los docentes, para su concreción se definen dos componentes de trabajo
complementarios:
· - un
primer Componente Institucional, para todas las escuelas, desarrollado
en 3 cohortes a lo largo de 3 años;
Alcance y ámbito de implementación del Componente
1 - Institucional
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· 954.352 docentes
alcanzados de niveles inicial, primario, secundario y
superior de instituciones de gestión estatal y privada en tres cohortes /
ciclos de tres años de duración cada una (100 %).
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· 49.000 unidades
educativas involucradas en todo el país tanto del sector estatal como del sector de gestión
privada, y 500 ISFD que operan como sedes regionales, en tres etapas:
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2014 – 2016: alrededor de 13000 unidades
educativas
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2015 – 2017: alrededor de 16000 unidades
educativas
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2016 – 2018: alrededor de 16000 unidades
educativas
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· - un
segundo Componente Específico, centrado en prioridades formativas de actualización
y profundización de acuerdo con roles, disciplinas, niveles y modalidades en
los que se desempeña cada docente, vinculadas con los objetivos del Plan
Nacional de Educación Obligatoria
y Formación Docente. Está por ende dirigido a destinatarios específicos para la
mejora de las prácticas de enseñanza.
Ambos
recorridos suponen la materialización de lecturas complementarias de la
realidad educativa, como también el trabajo de interpelación y valoración del
posicionamiento docente sobre las prácticas escolares desde una perspectiva
integral.
¿Cuáles son los puntos de partida
que delimitan el trazado del Programa?
El
Programa Nacional de Formación Permanente (PNFP) se constituye en una
estrategia fundamental para el fortalecimiento de la formación ética, política
y pedagógica del colectivo docente desde una concepción de justicia, igualdad y
ciudadanía democrática.
Desde esa posición el
Programa reconoce: al docente
como un agente del Estado responsable de las políticas educativas en una
organización pública; la tarea de enseñar como un trabajo intelectual y
profesional que implica la formación en la práctica y la producción de saber
pedagógico tanto en lo individual como en lo colectivo; a la escuela como
unidad y ámbito formativo capaz de construir mejores condiciones y prácticas
institucionales y pedagógicas que garanticen el derecho a buenas trayectorias
escolares; a la formación como constitutiva del trabajo docente, en tanto
derecho y obligación laboral; a la evaluación institucional como parte del
proceso de la formación permanente de los docentes; y; la integralidad del
sistema educativo nacional y la necesidad de promover la construcción de los
consensos necesarios sobre sus
prioridades con los gobiernos educativos de las jurisdicciones y el trabajo
asociativo con otras organizaciones.
¿Qué objetivos se propone el Programa?
·
Instalar una cultura de la
formación permanente y de la evaluación participativa como instancia formativa
y necesaria para la producción de estrategias de mejora en las instituciones
educativas.
·
Fortalecer y jerarquizar la
autoridad ética, política y pedagógica de las escuelas y los docentes.
·
Promover el desarrollo profesional
del colectivo de docentes en tanto sujetos responsables de la política pública
educativa para la mejora de la enseñanza y los aprendizajes.
·
Impulsar el trabajo institucional
y colaborativo de los docentes que implique reflexión y transformación de
prácticas institucionales y de enseñanza.
·
Propiciar la profundización de la
formación disciplinar y didáctica
de los docentes.
·
Promover la producción y
circulación de conocimiento e innovación pedagógica generada en las escuelas y
en otros ámbitos académicos.
·
Apoyar la creación de redes de
maestros y profesores desde la unidad escolar y la integración de nuevos
sectores del campo socio-educativo.
·
Generar y sostener las condiciones
materiales y financieras que demande el desarrollo del Programa de formación
permanente.
¿Cómo se organiza el Componente Institucional en cuanto a su alcance,
sus ámbitos, tiempos de implementación y destinatarios?
Está previsto como un ciclo de tres años de
formación
cuyos propósitos serán trabajar institucionalmente la responsabilidad ético – político del colectivo docente como
agente del Estado y de sus políticas públicas, el abordaje educacional de la niñez/infancia y adolescencia desde
un enfoque de derecho, y el análisis
pedagógico y organizacional de los problemas de enseñanza y los aprendizajes de
cada nivel, en concordancia con los desafíos planteados en Plan Nacional de
Educación Obligatoria y Formación Docente.
Este
componente se concretará en ejercicio, será de escala universal, implementación
gradual y progresiva, centrado en el escenario institucional, acreditable y
desarrollado por el Ministerio de Educación de la Nación y las jurisdicciones,
y con la participación de las
organizaciones sindicales a nivel
nacional y jurisdiccional, con la intención de dar sustento al proyecto
educativo nacional.
Los destinatarios específicos del Componente institucional son:
Directivos
y supervisores: se realizarán instancias presenciales y de acompañamiento
tutorial a distancia. En este caso, el componente está orientado a involucrar a
las conducciones educativas en la tarea de coordinación de la propuesta de
formación institucional mediante la construcción de marcos conceptuales e
instrumentales.
Equipos
docentes: contarán con espacios y tiempos destinados al desarrollo de la
propuesta en clave de trabajo colectivo, según las prioridades y/o
problematizaciones que se definan por nivel.
¿Cuál es la modalidad de trabajo
diseñada para el desarrollo del Componente
1- Institucional?
Para
el desarrollo de este Componente se prevén diferentes tipos de encuentros: Encuentros de acompañamiento a los
equipos de conducción destinados a equipos técnicos
jurisdiccionales, equipos directivos institucionales, supervisores. Estos
encuentros tienen el propósito de construir acuerdos y formar a quienes
conducirán los procesos de formación en las jurisdicciones e instituciones
educativas. Las acciones de formación se complementarán con tutoría virtual. Se abordarán temas vinculados con el
gobierno educativo en el marco de una política inclusiva de la cual deberán
conocer profundamente su entramado pedagógico normativo.
·
Encuentros entre comunidades educativas. Estos encuentros tienen el propósito de construir
saberes pedagógicos sobre aquellos
temas en los que se sustenta cualquier acción de enseñanza. Comprender colectivamente los sentidos
de la educación como derecho, la obligatoriedad, el reconocimiento de las
diversas trayectorias escolares, la discusión sobre visones deficitarias de las
posibilidades de aprender de los estudiantes, las múltiples y posibles
organizaciones escolares, entre otros, serán los ejes que orienten el trabajo y
establezcan las condiciones de partida para el proceso evaluativo.
·
Jornadas
institucionales dirigidas al colectivo docente de la unidad escuela.
Durante estas jornadas la comunidad educativa llevará adelante una acción
sistemática de análisis y
discusión centrada en la
propia tarea, sus sentidos y modalidades en cada institución, y en relación con
las políticas jurisdiccionales y nacionales.
La
participación en los diferentes dispositivos definidos y la elaboración de
información que luego serán insumo privilegiado para las acciones de mejora
tienen la finalidad de posicionar a los docentes como productores de
conocimiento pedagógico situado, y el potencial de ponerlo en relación con el
trabajo de otras instituciones, configurando una red que aborde conjuntamente
problemas comunes.
¿Cuál es la organización prevista para el desarrollo del Componente 2 - Específico?
Este Componente está destinado a docentes en
ejercicio, recién iniciados o con diferentes grados de antigüedad, de escala
nacional por
nivel, área/disciplina y rol institucional, sobre temáticas priorizadas federal
y jurisdiccionalmente. Las acciones serán desarrolladas por:
·
El Ministerio de Educación
Nacional.
·
Los gobiernos educativos de las
Jurisdicciones.
·
Los Sindicatos docentes, las
Universidades Públicas, los Institutos Superiores, los Organismos Científicos y
Ministerios.
·
Gestión mixta entre los ámbitos
citados anteriormente.
Este
componente propone dar continuidad a las líneas de acción que funcionan
actualmente en cada uno de los ámbitos descriptos, incrementando
considerablemente su alcance con el fin de poder dar cumplimiento a las
necesidades de formación docente planteadas en el Plan Nacional de Educación
Obligatoria y Formación Docente. En este mismo sentido se incorporarán nuevas
líneas de acción, de modo de cubrir todas las necesidades explicitadas en dicho
Plan.
Las acciones de formación permanente de los
docentes tendrán como principal objetivo la mejora de los resultados y
experiencias de aprendizaje de los niños, niñas, jóvenes y adultos que
transitan por las instituciones educativas. Para ello, esta formación deberá
dialogar con las prácticas docentes e interpelarlas, es decir, deberá superar
los modelos tradicionales de la transmisión en manos de expertos, para pasar a
formatos capaces de movilizar prácticas en un ámbito donde se conjuguen los
aportes de la investigación educativa, el conocimiento práctico, el análisis,
la reflexión y la reformulación y puesta a prueba constante de dichas
prácticas.
Entre las condiciones de este componente —que
propone acciones para destinatarios específicos— se encuentran el trabajo en
red de profesores e instituciones; acciones formativas sostenidas en el tiempo;
participación de colegas de la misma institución educativa, año o disciplina;
focalizado tanto en los temas de enseñanza como en el modo de enseñarlo y la
integración de estrategias que
impliquen el trabajo colectivo de diseño e implementación de propuestas
pedagógicas.
Estas acciones podrán incluir distintos
dispositivos de formación, en función de los objetivos perseguidos, tales como
Ciclos, Tramos, Postítulos, Seminarios, entre otros.
¿Cuál es el esquema general de
contenidos por Componente?
Componente I - Institucional
En cohesión con los propósitos expresados se ha construido una
propuesta que tiene como intención generar condiciones para el abordaje progresivo e inclusivo de
ejes, federalmente acordados y en consenso sindical, estructurantes de un
sistema educativo nacional con sentido democrático.
Desde lo expresado, la organización del diagrama de
trabajo piensa en tres grandes nodos problemáticos que orientarán y darán
centralidad de las discusiones en los colectivos escolares. Cada uno se
desarrollará durante un ciclo lectivo en un proceso de tres años sucesivos y
encontrará en el diseño mismo de materiales la invitación a una tarea que
permita fortalecer la identidad de cada nivel/modalidad.
En el
primer año referenciaremos ejes que hacen a la configuración de una política
educativa en la trama de sistema único con sus modos de construcción
jurisdiccional. Será el momento de trabajar
supuestos, sentidos, principios organizadores, categorías que nos permitan
comprender, actuar y consensuar mejores criterios de hacer docencia como
práctica colectiva. Estado, educación, escuela y trabajo docente nuclearán la
tarea de formación.
En el segundo
año la centralidad estará en temáticas vinculadas con la enseñanza.
Se propondrá fortalecer la construcción pedagógica identitaria de cada nivel y
modalidad, la corresponsabilidad de los actores para la construcción de
condiciones en el acceso y la producción democrática de conocimiento. Desde aquí la mirada
colectiva estará puesta en definiciones de líneas de mejora de las prácticas de enseñanza en una
sostenida búsqueda de cohesión y coherencia con lo acordado el primer año.
Será un trabajo que encontrará
complementariedad en el desarrollo de propuestas de formación permanente del
componente específico que tiene el propósito de darle profundidad y
especificidad pedagógica-didáctica a ciertas cuestiones identificadas.
Y
finalmente en el desarrollo del tercer año del PNFP en su componente
institucional, se abordarán cuestiones singulares de los procesos de
escolarización en diálogo con tramas socioeducacionales,
desde
donde la diversidad será eje estructurante del trabajo. Fortalecer
modos de planeamiento dinámicos e integrales, vincular a escuela con otros
organismos y/u organizaciones del territorio, avanzar en diseños situados de
trayectorias escolares que incluyan nuevos modos/instrumentos comunicacionales,
diferentes pertenencias culturales, diversos formatos de escolarización; en
perspectiva de unidad de sistema.
Transversalmente se enfatizará en
la apropiación de los marcos normativos nacionales y jurisdiccionales desde la
intención de dar sentido político educativo a la diversidad de realidades
escolares que existe, profundizando su anclaje en un sistema jurisdiccional y
nacional. Esto aportará sustantivamente a una mirada
autoevaluadora de los modos de participación de las instituciones escolares en
el compromiso efectivo de formar una ciudadanía con identidad nacional.
Componente 2 - Específico
Este
componente de construcción y desarrollo compartido por diferentes actores
gubernamentales, sindicales, universidades, organismos representativos del
mundo académico y de la ciencia -todos
vinculados con la responsabilidad en la formación de docentes- permitirá
direccionar diferentes propuestas de actualización disciplinar, profundización
temática y titulación pedagógica para agentes en ejercicio.
Esta propuesta se irá desarrollando en
complementariedad con el componente I en diferentes recorridos formativos
(cursos, seminarios, círculos de formación, postítulos) que el MEN y los
gobiernos educativos de las jurisdicciones irán poniendo a disposición de sus
docentes.
Las temáticas a abordar están contenidas
en los mismos lineamientos contenido y expresados en la Resolución CFE 188/12.
A modo de conclusión
Asumir
la responsabilidad colectivamente de hacer un mundo mejor donde nuestros
docentes desarrollen su tarea como trabajo constructivo de cultura, nuestros
niños/niñas/adolescentes y jóvenes encuentren mejores condiciones simbólicas y
materiales, técnicas y afectivas para la realización de sus derechos en tiempo
presente como en posibilidad de futuro y las familias sean coprotagonistas de
la trama necesaria para anclar dichos procesos; implica explicitar la necesidad de avanzar en
la formación como forma permanente
de acompañamiento, fortalecimiento, resignificación y legitimación de la
escuela como espacio privilegiado para la enseñanza y el aprendizaje. Y a los
docentes en tanto búsqueda histórica y actual por concretar mejores
posibilidades pedagógicas para la enseñanza y la garantía del efectivo derecho
a la educación de todos y todas.
Es
ese proceso sensible, dinámico, que atraviesa historias y vidas colectivas; ese
proceso que deja huellas-anclajes-marcos-encuadres creando mejores culturas
institucionales situadas territorialmente de manera más justa y democrática.
Son
esos procesos para la libertad con arraigo a sentidos éticos, conteniendo las
tensiones como elemento de construcción, con proyección cultural, integral a
los cambios científicos y tecnológicos, atento a la diversidad y comprometido
significativamente con la construcción de lo común-lo público como parte de las
dimensiones de la identidad personal e individual.
Desde
nuestra historia educativa nacional y latinoamericana emerge un colectivo de
educadores que han puesto su saber, su curiosidad intelectual, su
profesionalidad y compromiso en profundizar los debates pedagógicos y con ello
la conformación de la tarea docente. Es responsabilidad de quienes educamos en
la actualidad darle nuevas significancias a esa construcción de conocimiento
tomando lo mejor de ello y trabajar colectivamente las distancias entre los
propósitos asumidos y las prácticas cotidianas. Esto permitirá darle visibilidad y legitimidad a las diferentes
experiencias escolares que día a día desde las escuelas desnaturalizan rituales
y hábitos anquilosados proponiendo una educación participativa y reflexiva a las
exigencias de una realidad compleja y dinámica.
Convocamos
a cada docente de nuestro territorio nacional a producir conjuntamente este
proceso de formación permanente con la convicción de querer una mejor escuela y
poder hacer historia en ello.