jueves, 12 de diciembre de 2013

Introducción al PNFP

El tiempo presente del sistema educativo nos desafía a un trabajo institucional con la finalidad de afianzar y ampliar las transformaciones generadas por el proyecto educativo nacional  concertado  federalmente.
Consolidar lo realizado implica profundizar lecturas e intervenciones políticas sobre una agenda amplia de temas que un Estado fortalecido no puede eludir.
Así, la formación permanente de los docentes argentinos, de todas las escuelas públicas, de gestión estatal y de gestión privada, es un componente decisivo para la consolidación de las mejoras necesarias que den lugar a  una escuela más justa y de calidad.
Desde esta perspectiva, el Programa Nacional de Formación Permanente (PNFP) aprobado por  Resolución 201/13 y refrendado en  acuerdo paritario, convoca  al Ministerio de Educación de la Nación,  al Consejo Federal de Educación y las centrales sindicales a corresponsabilizarse  en una propuesta de formación colectiva para la docencia argentina que reconoce en esa condición, otras posibilidades de reflexionar, transformar, potenciar la acción educativa, en el sistema, las  escuelas y las aulas.
Así el compromiso es lograr:
·      trascender la concepción de la formación permanente  como un hecho individual sujeto a requerimientos o necesidades de una carrera profesional pensada y asumida exclusivamente en solitario;
  valorar la formación como nota constitutiva del trabajo docente;
·       reconocer a la institución educativa como un ámbito productor de conocimiento en una realidad que está en permanente transformación y que nos demanda una mirada compleja;
·       Combinar la formación situada y colectiva con las formaciones individuales para reponer el lugar central del territorio escolar en la reconstrucción de una práctica docente más efectiva.
 En definitiva, promover una propuesta que posibilite recorridos diversos y complementarios, que  sea dinámica, progresiva, creativa y crítica; que permita trabajar en la legitimidad del papel del educador como productor de conocimientos y reivindique a la centralidad de la enseñanza en la tarea docente.
Un  sistema educativo es la expresión organizada de un Estado que genera y regula e invierte en las condiciones necesarias para que unos puedan enseñar y otros puedan aprender. Dicho de otra forma, es el modo en que el derecho social a la educación se materializa en cada territorio y más concretamente, en cada escuela de nuestro país.
En este proceso colectivo de  formación se asume  que los docentes forman parte de un sistema educativo que ha logrado rearticular las escuelas y lo que en ella acontece en torno de lo común: la preeminencia del derecho a la educación de los niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos a lo largo de toda su trayectoria escolar.
Es la escuela la que contiene ese trabajo colectivo, lo direcciona y significa. Y es la escuela el lugar donde las políticas públicas suscitan diferentes formas de lectura, posiciones y prácticas frente a los problemas educativos a los que intentan dar respuesta.
Así entendida, la escuela es un territorio de responsabilidades compartidas y por eso el Programa asume la formación situada.  En este escenario de corresponsabilidad y conducción compartida cada trabajador de la educación asume responsabilidades que le competen específicamente desde su propia función y se complementan con los demás colegas y en los diferentes niveles de conducción. El principio de la corresponsabilidad pretende sustituir a la práctica de la delegación. Genera marcos referenciales para el desarrollo de la profesión docente desde las relaciones de interdependencia para la garantía integral de derecho al conocimiento de niños, niñas, adolescentes y jóvenes.
En ella se juegan la posibilidad de aprender y de construir conocimiento a partir de la puesta en tensión de los saberes pedagógicos que los sujetos y las instituciones portan, las tradiciones escolares mantenidas a lo largo del tiempo, lo instituido; y de interpelar las prácticas en escenarios colaborativos y sostenidos, incorporando asimismo la voz de los alumnos, las alumnas, sus familias y comunidades (lectura situacional).
La apuesta central es generar a lo largo y a lo ancho del país un proceso universal y gratuito de formación permanente que permita el crecimiento del sistema, las instituciones y sus docentes. Es una oportunidad para visibilizar los aciertos y los desafíos pendientes, para buscar colectivamente nuevos caminos, para enfrentar núcleos problemáticos; de ahí la importancia de la participación de todo los equipos institucionales de todas las escuelas, de todas las jurisdicciones, de todos los niveles y modalidades del país.
La docencia es un trabajo profesional que requiere de una ética estatal; la llamada “cosa pública” debe estar presente en la discusión sobre la formación y la práctica docente por partida doble: por el carácter público del sistema formador y por el carácter público de las escuelas, con independencia del ámbito de gestión al que pertenezcan las instituciones.
Los procesos de  enseñanza en la institución y en el aula se verán enriquecidos a partir de la discusión y la reflexión colectiva  tanto en  el  armado de sus condiciones político- institucionales como en las estrategias pedagógicas y didácticas para llevarlos a cabo.
En síntesis, el Programa Nacional de Formación Permanente (PNFP) se propone como un proceso por medio del cual asumimos la tarea de reflexión sostenida sobre los sentidos característicos de la organización escolar a la cual se pertenece. Estos sentidos configurados como encuadres dinámicos, sin duda aportan a la identidad política-pedagógica de las escuelas en relación con el nivel y la modalidad de los que son parte, y dialécticamente enfatizan el fortalecimiento de una profesión docente en un Sistema Educativo Nacional con anclaje en cada jurisdicción.
Esto se enmarca en la articulación de  las políticas educativas vigentes para enlazar y tramar las instituciones con los gobiernos educativos jurisdiccionales; la organización de la escuela con la enseñanza; los alumnos y alumnas en sus trayectorias y contextos.
En definitiva, lo diverso en lo común, lo individual en lo colectivo, las instituciones en sus territorios, la política y los sujetos políticos.

¿Por qué desarrollar un Programa Nacional de Formación Permanente de carácter universal?
El conjunto de las políticas sociales desarrolladas desde el 2003 permitieron reinstalar la centralidad de la educación en todo el territorio nacional y propiciaron un proceso de inclusión sostenido de los sectores más desfavorecidos ampliando las condiciones de acceso a la escuela.
En ese marco, el Ministerio de Educación de la Nación  despliega políticas fortaleciendo y/o creando ámbitos que permiten generar y sostener nuevas oportunidades  para el desarrollo del sistema educativo y en particular, de la formación docente.
En este sentido, la creación del Instituto Nacional de Formación Docente significó el inicio de un proceso de dinamización, desarrollo y jerarquización de la formación docente en la Argentina; y brindó un marco al diseño e implementación de las políticas públicas en materia de formación como resultado de un proceso de construcción colectiva que incorporó la experiencia y visión de las gestiones jurisdiccionales de educación superior, de equipos directivos y docentes de instituciones de gestión estatal y privada, como también de representantes de gremios docentes y de educadores.
En la política de formación docente se integran también las acciones de formación que se llevan adelante desde el INET centradas en la revalorización y actualización de la educación técnico profesional; desde la Dirección Nacional de Gestión Educativa acompañando el desarrollo de las  trayectorias profesionales de la docencia en la educación obligatoria común y en sus modalidades;  y desde la Dirección Nacional de Políticas Socioeducativas en su propósito de contribuir al fortalecimiento y ampliación de las trayectorias escolares y educativas de todos los niños y niñas que asisten a escuelas situadas en contextos de alta vulnerabilidad social.
En ese marco, las políticas educativas generaron las condiciones necesarias para asumir y protagonizar los desafíos que hoy plantea el Programa para el estado nacional, las jurisdicciones, las escuelas y sus docentes:
·      - porque a partir de la intervención del Estado se avanza sostenidamente  en la reconfiguración del sistema educativo en su organización y en su capacidad institucional permitiendo sostener un horizonte común de objetivos y acciones tendientes a garantizar el derecho a la educación;
·    -  porque este proceso de reconfiguración fue producto de diálogos y acuerdos políticos en permanente renovación entre el Ministerio de Educación Nacional y los gobiernos educativos jurisdiccionales; con las organizaciones sindicales, con las organizaciones sociales y la sociedad en su conjunto. Esta construcción política reinstaló la condición plural, participativa y territorial del sistema educativo como una punto de partida y de llegada para toda acción de gobierno;
·    -  porque la centralidad de la educación se manifiesta en el crecimiento ininterrumpido de los recursos presupuestarios disponibles para la generación y sostenimiento de las condiciones materiales de la escolarización: mejora de la infraestructura y del equipamiento pedagógico-didáctico, mayor asignación de presupuesto para la mejora de la enseñanza y los aprendizajes, asignación de recursos para políticas socioeducativas;
·     -  porque se apuesta a una sostenida expansión del sistema educativo en todo el territorio nacional con la creación de nuevos puestos de trabajo y nuevas instituciones educativas;
·    -  porque se otorgó un lugar relevante al proceso de jerarquización de los docentes, en una construcción conjunta con las organizaciones sindicales que los representan, poniendo en valor la tarea de los educadores y las condiciones que se necesitan para su desarrollo. 
·      porque el Programa se hace cargo del mandato del Plan Nacional de Educación Obligatoria y Formación Docente 2012–2016, (Res CFE 188/12)  que estructura metas y líneas de acción para profundizar una agenda amplia y compleja  de desafíos. Así las trayectorias escolares discontinuas, la sobreedad y repitencia como antesala del  abandono; la baja tasa de egreso que se registra en la secundaria;  los niveles de ausentismo tanto de alumnos/as como de los docentes; las dificultades que se registran en la escuela  para lograr un diálogo respetuoso y comprensivo entre generaciones; la tendencia hacia la primarización del nivel inicial; las dificultades para establecer asociaciones colaborativas con otros actores en el territorio,, entre otras, son problemáticas generales que se manifiestan con diferentes intensidades a lo largo y a lo ancho del país y que el Plan Nacional de Educación Obligatoria y Formación Docente 2012 – 2016 interpreta de manera proactiva, proponiendo estrategias y asignando responsabilidades y recursos para su abordaje.

Contar con un sistema reorganizado, con políticas consensuadas entre todos los actores del sistema educativo, y con un  financiamiento progresivo que  permite en la actualidad que en cualquier escuela argentina sea posible que los equipos institucionales se encuentren en una discusión pedagógica amplia que les permita asumir un proceso de mejora en torno a una agenda temática que no resigne la lectura superadora de las dificultades.

¿En qué marco regulatorio se inscribe el Programa?
El Programa es un recurso/herramienta relevante que liga políticas, derechos, demandas históricas con un objetivo central: una escuela mejor para todos y todas. En tal sentido y con ese mandato, se hace eco de lo establecido en la Ley Nacional de Educación N° 26.206 que en su artículo 69 establece que el Ministerio de Educación, en acuerdo con el Consejo Federal de Educación, definirá los criterios básicos de la carrera docente en la que la formación continua será una de las dimensiones básicas para el ascenso en la carrera profesional.
A los efectos de la elaboración de dichos criterios, la Ley indica que se instrumentarán los mecanismos de consulta que permitan la participación de los representantes de las organizaciones sindicales docentes y entidades profesionales docentes, y de otros organismos competentes del Poder Ejecutivo Nacional. De igual modo, en su artículo 74 la Ley garantiza “…el derecho a la formación continua a todos/as los/as docentes del país, en todos los niveles y modalidades, así como la gratuidad de la oferta estatal de capacitación”.
El Programa refleja una concepción de la formación de los docentes —plasmada por el Consejo Federal de Educación en la Resolución 30/07—  como un proceso continuo, y no como una colección de eventos de formación, lo que obliga a ampliar las oportunidades y las modalidades del trabajo de formación, así como a articularlas en sistemas institucionales de formación docente continua.
Como condición para el desarrollo de este Programa, se ha resuelto un fuerte incremento del presupuesto educativo para los próximos años que se destina a la formación docente.
La formación docente es un proceso continuo y de larga duración que no se agota durante la fase de la formación inicial. La profesión docente se encuentra permanentemente demandada por los cambios y avances que se operan en las diferentes esferas de la sociedad, la cultura, la política, las tecnologías, el conocimiento científico. El desarrollo profesional de los docentes constituye una estrategia fundamental tanto para renovar su oficio, como para responder a las nuevas necesidades de la sociedad, atendiendo a la complejidad de la tarea de enseñanza y de mediación cultural que realizan en sus diferentes dimensiones política, sociocultural y pedagógica”.
Punto 11 del Anexo II de la Resolución CFE Nº 30/07
 Cuando la formación continua se ancla en la práctica cotidiana de los docentes y en los problemas de la enseñanza y del aprendizaje, promueve reestructuraciones, reflexiones y conceptualizaciones que abren nuevas perspectivas, permiten el planteo de estrategias didácticas preocupadas por mejorar el aprendizaje y la comprensión de los alumnos. El desarrollo profesional de los docentes se produce cuando éstos construyen conocimiento relativo a la práctica –propia o de los demás-, trabajan en el contexto de comunidades docentes, teorizan sobre su trabajo y lo conectan con aspectos sociales, culturales y políticos más amplios. Al tiempo que asumen su responsabilidad en la construcción de un proyecto educativo basado en la igualdad, el respeto a la diversidad, la formación integral de las personas y la confianza en la capacidad de aprendizaje de los alumnos”.
Punto 17 del Anexo II de la Resolución CFE Nº 30/07

¿Cuál es el marco conceptual del Programa y su sentido desde el desarrollo de dos componentes complementarios? 
El ejercicio del derecho a la formación permanente de los docentes reconoce en la protección del derecho a la educación de niños y niñas, jóvenes y adultos, su sentido más relevante.
El Programa enlaza la jerarquización de la formación docente y la calidad de los aprendizajes, articulando procesos de formación con mecanismos de evaluación y fortalecimiento de la unidad escuela como ámbito privilegiado de  desempeño laboral y, a la vez, espacio de participación, intercambio y pertenencia.
Pensar en la integralidad del sistema formado implica concebir el desarrollo profesional como proceso de formación inicial y permanente.
La formación de los docentes se desarrolla y continúa a lo largo de toda su trayectoria profesional en la que se reconocen momentos que requieren de estrategias específicas que les posibiliten recuperar y poner en valor los saberes producidos así como brindar saberes actualizados, en entornos formativos que promuevan el compromiso y la responsabilidad social con la mejora, la expansión y la calidad de la educación.
El reconocimiento de los docentes como sujetos constructores de saber pedagógico y de las instituciones educativas como ámbitos adecuados para hacerlo colectivamente  es el posicionamiento vertebrador del programa;
Dado que el Programa abordará integralmente la formación colectiva e individual de los docentes, para su concreción se definen dos componentes de trabajo complementarios:
·      - un primer Componente Institucional, para todas las escuelas, desarrollado en 3 cohortes a lo largo de 3 años;
Alcance y ámbito de implementación del Componente 1   - Institucional

·      954.352 docentes alcanzados de niveles inicial, primario, secundario y superior de instituciones de gestión estatal y privada en tres cohortes / ciclos de tres años de duración cada una (100 %).

·      49.000 unidades educativas  involucradas en todo el país tanto del sector estatal como del sector de gestión privada, y 500 ISFD que operan como sedes regionales, en tres etapas:

2014 – 2016: alrededor de 13000 unidades educativas

2015 – 2017: alrededor de 16000 unidades educativas

2016 – 2018: alrededor de 16000 unidades educativas

·      - un segundo Componente Específico, centrado en prioridades formativas de actualización y profundización de acuerdo con roles, disciplinas, niveles y modalidades en los que se desempeña cada docente, vinculadas con los objetivos del Plan Nacional de Educación Obligatoria y Formación Docente. Está por ende dirigido a destinatarios específicos para la mejora de las prácticas de enseñanza.
Ambos recorridos suponen la materialización de lecturas complementarias de la realidad educativa, como también el trabajo de interpelación y valoración del posicionamiento docente sobre las prácticas escolares desde una perspectiva integral.

¿Cuáles son los puntos de partida que delimitan el trazado del Programa?
El Programa Nacional de Formación Permanente (PNFP) se constituye en una estrategia fundamental para el fortalecimiento de la formación ética, política y pedagógica del colectivo docente desde una concepción de justicia, igualdad y ciudadanía democrática.
Desde esa posición el Programa reconoce: al docente como un agente del Estado responsable de las políticas educativas en una organización pública; la tarea de enseñar como un trabajo intelectual y profesional que implica la formación en la práctica y la producción de saber pedagógico tanto en lo individual como en lo colectivo; a la escuela como unidad y ámbito formativo capaz de construir mejores condiciones y prácticas institucionales y pedagógicas que garanticen el derecho a buenas trayectorias escolares; a la formación como constitutiva del trabajo docente, en tanto derecho y obligación laboral; a la evaluación institucional como parte del proceso de la formación permanente de los docentes; y; la integralidad del sistema educativo nacional y la necesidad de promover la construcción de los consensos necesarios sobre sus prioridades con los gobiernos educativos de las jurisdicciones y el trabajo asociativo con otras organizaciones.

¿Qué objetivos se propone el Programa?
·      Instalar una cultura de la formación permanente y de la evaluación participativa como instancia formativa y necesaria para la producción de estrategias de mejora en las instituciones educativas.
·      Fortalecer y jerarquizar la autoridad ética, política y pedagógica de las escuelas y los docentes.
·      Promover el desarrollo profesional del colectivo de docentes en tanto sujetos responsables de la política pública educativa para la mejora de la enseñanza y  los aprendizajes.
·      Impulsar el trabajo institucional y colaborativo de los docentes que implique reflexión y transformación de prácticas institucionales y de enseñanza.
·      Propiciar la profundización de la formación  disciplinar y didáctica de los docentes.
·      Promover la producción y circulación de conocimiento e innovación pedagógica generada en las escuelas y en otros ámbitos académicos.
·      Apoyar la creación de redes de maestros y profesores desde la unidad escolar y la integración de nuevos sectores del campo socio-educativo.
·      Generar y sostener las condiciones materiales y financieras que demande el desarrollo del Programa de formación permanente.

¿Cómo se organiza el Componente Institucional en cuanto a su alcance, sus ámbitos, tiempos de implementación y destinatarios?
Está previsto como un ciclo de tres años de formación cuyos propósitos serán trabajar institucionalmente la responsabilidad ético – político del colectivo docente como agente del Estado y de sus políticas públicas, el abordaje educacional de la niñez/infancia y adolescencia desde un enfoque de derecho, y el análisis pedagógico y organizacional de los problemas de enseñanza y los aprendizajes de cada nivel, en concordancia con los desafíos planteados en Plan Nacional de Educación Obligatoria y Formación Docente.
Este componente se concretará en ejercicio, será de escala universal, implementación gradual y progresiva, centrado en el escenario institucional, acreditable y desarrollado por el Ministerio de Educación de la Nación y las jurisdicciones, y con la participación  de las organizaciones sindicales  a nivel nacional y jurisdiccional, con la intención de dar sustento al proyecto educativo nacional.
Los destinatarios específicos del Componente institucional son:
Directivos y supervisores: se realizarán instancias presenciales y de acompañamiento tutorial a distancia. En este caso, el componente está orientado a involucrar a las conducciones educativas en la tarea de coordinación de la propuesta de formación institucional mediante la construcción de marcos conceptuales e instrumentales.
Equipos docentes: contarán con espacios y tiempos destinados al desarrollo de la propuesta en clave de trabajo colectivo, según las prioridades y/o problematizaciones que se definan por nivel.

¿Cuál es la modalidad de trabajo diseñada para el desarrollo del Componente 1- Institucional?
Para el desarrollo de este Componente se prevén diferentes tipos de encuentros: Encuentros de acompañamiento a los equipos de conducción destinados a equipos técnicos jurisdiccionales, equipos directivos institucionales, supervisores. Estos encuentros tienen el propósito de construir acuerdos y formar a quienes conducirán los procesos de formación en las jurisdicciones e instituciones educativas. Las acciones de formación se complementarán con tutoría virtual.  Se abordarán temas vinculados con el gobierno educativo en el marco de una política inclusiva de la cual deberán conocer profundamente su entramado pedagógico normativo.
·      Encuentros  entre comunidades educativas. Estos encuentros tienen el propósito de construir saberes pedagógicos  sobre aquellos temas en los que se sustenta cualquier acción de enseñanza.  Comprender colectivamente los sentidos de la educación como derecho, la obligatoriedad, el reconocimiento de las diversas trayectorias escolares, la discusión sobre visones deficitarias de las posibilidades de aprender de los estudiantes, las múltiples y posibles organizaciones escolares, entre otros, serán los ejes que orienten el trabajo y establezcan las condiciones de partida para el proceso evaluativo.
·      Jornadas institucionales dirigidas al colectivo docente de la unidad escuela. Durante estas jornadas la comunidad educativa llevará adelante una acción sistemática de  análisis  y  discusión  centrada en la propia tarea, sus sentidos y modalidades en cada institución, y en relación con las políticas jurisdiccionales y nacionales. 
La participación en los diferentes dispositivos definidos y la elaboración de información que luego serán insumo privilegiado para las acciones de mejora tienen la finalidad de posicionar a los docentes como productores de conocimiento pedagógico situado, y el potencial de ponerlo en relación con el trabajo de otras instituciones, configurando una red que aborde conjuntamente problemas comunes.

¿Cuál es la organización prevista para el desarrollo del Componente 2 - Específico?
Este Componente está destinado a docentes en ejercicio, recién iniciados o con diferentes grados de antigüedad, de escala nacional por nivel, área/disciplina y rol institucional, sobre temáticas priorizadas federal y jurisdiccionalmente. Las acciones serán desarrolladas por:
·      El Ministerio de Educación Nacional.
·      Los gobiernos educativos de las Jurisdicciones.
·      Los Sindicatos docentes, las Universidades Públicas, los Institutos Superiores, los Organismos Científicos y Ministerios.
·      Gestión mixta entre los ámbitos citados anteriormente.
Este componente propone dar continuidad a las líneas de acción que funcionan actualmente en cada uno de los ámbitos descriptos, incrementando considerablemente su alcance con el fin de poder dar cumplimiento a las necesidades de formación docente planteadas en el Plan Nacional de Educación Obligatoria y Formación Docente. En este mismo sentido se incorporarán nuevas líneas de acción, de modo de cubrir todas las necesidades explicitadas en dicho Plan.
Las acciones de formación permanente de los docentes tendrán como principal objetivo la mejora de los resultados y experiencias de aprendizaje de los niños, niñas, jóvenes y adultos que transitan por las instituciones educativas. Para ello, esta formación deberá dialogar con las prácticas docentes e interpelarlas, es decir, deberá superar los modelos tradicionales de la transmisión en manos de expertos, para pasar a formatos capaces de movilizar prácticas en un ámbito donde se conjuguen los aportes de la investigación educativa, el conocimiento práctico, el análisis, la reflexión y la reformulación y puesta a prueba constante de dichas prácticas.
Entre las condiciones de este componente —que propone acciones para destinatarios específicos— se encuentran el trabajo en red de profesores e instituciones; acciones formativas sostenidas en el tiempo; participación de colegas de la misma institución educativa, año o disciplina; focalizado tanto en los temas de enseñanza como en el modo de enseñarlo y la integración de  estrategias que impliquen el trabajo colectivo de diseño e implementación de propuestas pedagógicas.
Estas acciones podrán incluir distintos dispositivos de formación, en función de los objetivos perseguidos, tales como Ciclos, Tramos, Postítulos, Seminarios, entre otros.

¿Cuál es el esquema general de contenidos por Componente?
Componente I - Institucional
En cohesión con los propósitos expresados se ha construido una propuesta que tiene como intención generar condiciones para el abordaje progresivo e inclusivo de ejes, federalmente acordados y en consenso sindical, estructurantes de un sistema educativo nacional con sentido democrático.
Desde lo expresado, la organización del diagrama de trabajo piensa en tres grandes nodos problemáticos que orientarán y darán centralidad de las discusiones en los colectivos escolares. Cada uno se desarrollará durante un ciclo lectivo en un proceso de tres años sucesivos y encontrará en el diseño mismo de materiales la invitación a una tarea que permita fortalecer la identidad de cada nivel/modalidad.
En el primer año referenciaremos ejes que hacen a la configuración de una política educativa en la trama de sistema único con sus modos de construcción jurisdiccional. Será el momento de trabajar supuestos, sentidos, principios organizadores, categorías que nos permitan comprender, actuar y consensuar mejores criterios de hacer docencia como práctica colectiva. Estado, educación, escuela y trabajo docente nuclearán la tarea de formación.
En el segundo año la centralidad estará en temáticas vinculadas con la enseñanza. Se propondrá fortalecer la construcción pedagógica identitaria de cada nivel y modalidad, la corresponsabilidad de los actores para la construcción de condiciones en el acceso y la producción democrática de conocimiento. Desde aquí la mirada colectiva estará puesta en definiciones de  líneas de mejora de las prácticas de enseñanza en una sostenida búsqueda de cohesión y coherencia con lo acordado el primer año.
Será un trabajo que encontrará complementariedad en el desarrollo de propuestas de formación permanente del componente específico que tiene el propósito de darle profundidad y especificidad pedagógica-didáctica a ciertas cuestiones identificadas.
Y finalmente en el desarrollo del tercer año del PNFP en su componente institucional, se abordarán cuestiones singulares de los procesos de escolarización en diálogo con tramas socioeducacionales, desde donde la diversidad será eje estructurante del trabajo. Fortalecer modos de planeamiento dinámicos e integrales, vincular a escuela con otros organismos y/u organizaciones del territorio, avanzar en diseños situados de trayectorias escolares que incluyan nuevos modos/instrumentos comunicacionales, diferentes pertenencias culturales, diversos formatos de escolarización; en perspectiva de unidad de sistema.
Transversalmente se enfatizará en la apropiación de los marcos normativos nacionales y jurisdiccionales desde la intención de dar sentido político educativo a la diversidad de realidades escolares que existe, profundizando su anclaje en un sistema jurisdiccional y nacional. Esto aportará sustantivamente a una mirada autoevaluadora de los modos de participación de las instituciones escolares en el compromiso efectivo de formar una ciudadanía con identidad nacional.

Componente 2 - Específico
Este componente de construcción y desarrollo compartido por diferentes actores gubernamentales, sindicales, universidades, organismos representativos del mundo académico y de la ciencia -todos  vinculados con la responsabilidad en la formación de docentes- permitirá direccionar diferentes propuestas de actualización disciplinar, profundización temática y titulación pedagógica para agentes en ejercicio.

Esta propuesta se irá desarrollando en complementariedad con el componente I en diferentes recorridos formativos (cursos, seminarios, círculos de formación, postítulos) que el MEN y los gobiernos educativos de las jurisdicciones irán poniendo a disposición de sus docentes.

Las temáticas a abordar están contenidas en los mismos lineamientos contenido y expresados en la Resolución CFE 188/12.


A modo de conclusión
Asumir la responsabilidad colectivamente de hacer un mundo mejor donde nuestros docentes desarrollen su tarea como trabajo constructivo de cultura, nuestros niños/niñas/adolescentes y jóvenes encuentren mejores condiciones simbólicas y materiales, técnicas y afectivas para la realización de sus derechos en tiempo presente como en posibilidad de futuro y las familias sean coprotagonistas de la trama necesaria para anclar dichos procesos; implica  explicitar la necesidad de avanzar en la formación  como forma permanente de acompañamiento, fortalecimiento, resignificación y legitimación de la escuela como espacio privilegiado para la enseñanza y el aprendizaje. Y a los docentes en tanto búsqueda histórica y actual por concretar mejores posibilidades pedagógicas para la enseñanza y la garantía del efectivo derecho a la educación de todos y todas.
Es ese proceso sensible, dinámico, que atraviesa historias y vidas colectivas; ese proceso que deja huellas-anclajes-marcos-encuadres creando mejores culturas institucionales situadas territorialmente de manera más justa y democrática.
Son esos procesos para la libertad con arraigo a sentidos éticos, conteniendo las tensiones como elemento de construcción, con proyección cultural, integral a los cambios científicos y tecnológicos, atento a la diversidad y comprometido significativamente con la construcción de lo común-lo público como parte de las dimensiones de la identidad personal e individual.
Desde nuestra historia educativa nacional y latinoamericana emerge un colectivo de educadores que han puesto su saber, su curiosidad intelectual, su profesionalidad y compromiso en profundizar los debates pedagógicos y con ello la conformación de la tarea docente. Es responsabilidad de quienes educamos en la actualidad darle nuevas significancias a esa construcción de conocimiento tomando lo mejor de ello y trabajar colectivamente las distancias entre los propósitos asumidos y las prácticas cotidianas. Esto  permitirá darle visibilidad y legitimidad a las diferentes experiencias escolares que día a día desde las escuelas desnaturalizan rituales y hábitos anquilosados proponiendo una educación participativa y reflexiva a las exigencias de una realidad compleja y dinámica.

Convocamos a cada docente de nuestro territorio nacional a producir conjuntamente este proceso de formación permanente con la convicción de querer una mejor escuela y poder hacer historia en ello.

PNFP: Resolución 188/12 y Res. 201/13